domingo, octubre 5

Mujer Craquelada

Me golpeaste...
sin aviso se instaló en mi
ese rictus doloroso sin palabras
y el sonido cruzó el aire.
No de tu mano
ni de la dureza de ese objeto
que lanzaste con ira
y de paso quebró el ventanal de mi alma,
sino de los sueños
que absortos me sonreían,
al caer uno a uno...
marcando abismo y frontera.
Me golpeaste...
creyendo que construía el paraiso
hice crecer los hijos
desde mi soledad dormida
protegiendolos con mi sangre.
Caminaba en puntillas
para no molestarte
iba y volvía desde la luna
trayendo delicadas nubes
para envolver destellos
que alumbrarían tus tardes.
Junté rosas y rocío
resistiendo agrestes caminos
saliente de escombros
cerco implacable
y toscas emboscadas.
Mi vientre sobresalía sin perdón
ofrendando la vida
desgarrando en silencio
un dolor que se palpa
y tú...¡me golpeabas!
en airada farsa
sosteniendo sombrías palabras.
El miedo se instaló
y el silencio habitó mi casa.
Aprendí a sonreír destruída la espuma
mientras una lágrima perenne
se instaló en mi mirada.
Hielo de todos los tiempos
congeló mi alma.
Malu de Lujan

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